SINOPSIS:
Por la pluma de Jorge Moreno Clavijo pasaron los personajes más relevantes de la política y el arte de buena parte del siglo pasado en Colombia.
Nacido en 1921 fue cronista, dibujante, pintor y crítico de arte, con colaboraciones que aparecían en publicaciones como los diarios El Tiempo y El Espectador y la revista Cromos.
Autor de varios libros de caricaturas, cultor de una línea simple (de hecho la mayor parte de sus pinturas y caricaturas eran un solo trazo continuo), acompañó el devenir de la política y la cultura hasta mucho más allá de la mitad del siglo pasado.
Por ello se le rinde un homenaje que reconoce el gran aporte a la vida cultural y artística de la ciudad y del país. Moreno Clavijo vivió una época que es mítica para la cultura bogotana: la de las tertulias de intelectuales en el café El Automático, la de los poetas, los mítines políticos, la de un país que dejaba de ser bucólico y veía nacer las grandes fábricas y buscaba afianzar un arte y una cultura más acorde con el siglo.
Y todos los que estaban en ese mundo fueron plasmados en dibujos de trazos escasos pero definitorios. “Nos reuníamos en el café Asturias y en El Automático. Había una tertulia al mediodía para comentar la política y en la noche para tomar sifón y estar hasta la medianoche”, recuerda Moreno Clavijo.
Después empezó a pintar cuadros y su estilo lo denominó ‘monolínea`, que dice, le surgió a él sin influencia alguna de otra persona. Tal vez sea por haber sido periodista y caricaturista, actividades en las que es indispensable la economía de palabras, que decidió que sólo utilizaría una línea para pintar. Sobre un fondo colorido con distintos trazos, surge una línea que forma un tema específico, una especie de croquis que muestra una figura humana o animal, por ejemplo.
En lo periodístico, escribió también un libro de crónicas bogotanas: El hombre que hacía monitos, y, en un tiempo en el que había pocas posibilidades para publicar, lanzó varios libros de caricaturas con su estilo inconfundible, con prólogos y comentarios de intelectuales como el poeta Eduardo Carranza y Luis Vidales, que hablan de su calidad.
Sin importar el paso de los años, Jorge Moreno Clavijo no ha dejado su costumbre y por estos días, en su casa del occidente bogotano, dedica tiempo de sus días para dibujar con un trazo que, todavía, no ha perdido su firmeza
Por la pluma de Jorge Moreno Clavijo pasaron los personajes más relevantes de la política y el arte de buena parte del siglo pasado en Colombia.
Nacido en 1921 fue cronista, dibujante, pintor y crítico de arte, con colaboraciones que aparecían en publicaciones como los diarios El Tiempo y El Espectador y la revista Cromos.
Autor de varios libros de caricaturas, cultor de una línea simple (de hecho la mayor parte de sus pinturas y caricaturas eran un solo trazo continuo), acompañó el devenir de la política y la cultura hasta mucho más allá de la mitad del siglo pasado.
Por ello se le rinde un homenaje que reconoce el gran aporte a la vida cultural y artística de la ciudad y del país. Moreno Clavijo vivió una época que es mítica para la cultura bogotana: la de las tertulias de intelectuales en el café El Automático, la de los poetas, los mítines políticos, la de un país que dejaba de ser bucólico y veía nacer las grandes fábricas y buscaba afianzar un arte y una cultura más acorde con el siglo.
Y todos los que estaban en ese mundo fueron plasmados en dibujos de trazos escasos pero definitorios. “Nos reuníamos en el café Asturias y en El Automático. Había una tertulia al mediodía para comentar la política y en la noche para tomar sifón y estar hasta la medianoche”, recuerda Moreno Clavijo.
Después empezó a pintar cuadros y su estilo lo denominó ‘monolínea`, que dice, le surgió a él sin influencia alguna de otra persona. Tal vez sea por haber sido periodista y caricaturista, actividades en las que es indispensable la economía de palabras, que decidió que sólo utilizaría una línea para pintar. Sobre un fondo colorido con distintos trazos, surge una línea que forma un tema específico, una especie de croquis que muestra una figura humana o animal, por ejemplo.
En lo periodístico, escribió también un libro de crónicas bogotanas: El hombre que hacía monitos, y, en un tiempo en el que había pocas posibilidades para publicar, lanzó varios libros de caricaturas con su estilo inconfundible, con prólogos y comentarios de intelectuales como el poeta Eduardo Carranza y Luis Vidales, que hablan de su calidad.
Sin importar el paso de los años, Jorge Moreno Clavijo no ha dejado su costumbre y por estos días, en su casa del occidente bogotano, dedica tiempo de sus días para dibujar con un trazo que, todavía, no ha perdido su firmeza
Texto suministrado por la Secretaría de Cultura,
Recreación y Deporte de Bogotá, 2012
TITULO: El
Hombre que Hacía Monitos
AUTOR (ES): Jorge Moreno Clavijo
FICHA TÉCNICA:
Copyright ©
Jorge Moreno Clavijo
Copyright © Ediciones Tercer Mundo
Género: Bogotá,
Caricatura, Crónica, Historia, Humor, Periodismo
ISBN: Sin información
Edita: Ediciones Tercer Mundo
Edición: Primera edición: 4 de julio de 1964
Páginas: 144
Dimensiones: 12.1 x 16.8 CMS
Tipo de Edición: Rústica
No hay comentarios.:
Publicar un comentario