SINOPSIS: Catálogo
de exposición (febrero-marzo, 1993) - Bogotá
Arquitecto nacido en Madrid, España, en 1925, muerto en Bogotá, el 26 de
diciembre de 1991. Desde sus épocas de estudiante, Fernando Martínez Sanabria,
conocido entre sus amigos como el "Chuli" Martínez, se destacó en la
arquitectura moderna colombiana. Nacido en Madrid, viajó a Colombia con sus
padres, Fernando Martínez Dorrien, publicista fundador de la revista Stampa, e
Isabel Sanabria, en 1938, a raíz de la guerra civil española. Ingresó al
Gimnasio Moderno de Bogotá y se graduó como arquitecto de la Universidad
Nacional de Colombia.
Fue en la Facultad de Arquitectura, creada en 1937 por varios ingenieros
y arquitectos que estudiaron en Europa lo que le imprimió desde un principio
una fuerte influencia del racionalismo europeo donde Martínez Sanabria se formó
dentro de esa nueva corriente, especialmente al convertirse en asistente de
Lecorbusier (seudónimo de Charles Edouard Jeanneret) en 1947. Esta influencia
se puede apreciar en sus primeros proyectos profesionales, como la serie de
casas económicas para la ciudad de Tumaco, realizado bajo la dirección de
Joseph Wienner y José Luis Sert en el Ministerio de Obras Públicas, donde
comenzó a trabajar después de graduado en 1948. Paredes lisas que van
demarcando la circulación, colores claros (casi siempre blanco), esquemas
sencillos, sobrios y funcionales son algunas de las características de su
arquitectura de esta época. Martínez participó también en proyectos de casas
unifamiliares como las del Banco Central Hipotecario del barrio Veraguas, en 1956,
donde la luz y los colores fueron estudiados en busca de la libertad del
espacio. En 1951 se asoció con Jaime Ponce de León, y más tarde con Guillermo
Avendaño, con quien realizó gran parte de sus proyectos. Desde 1957, en la
facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, Martínez Sanabria
participó ampliamente en las discusiones sobre la función que debía cumplir
esta profesión dentro de la dinámica del desarrollo. El proyecto del Colegio
Emilio Cifuentes (en Facatativá, Cundinamarca) fue el resultado de sus propias
inquietudes al respecto. Esto marcó un cambio sustancial en la historia de la
arquitectura colombiana, que dejó atrás el racionalismo para adentrarse en la
llamada arquitectura orgánica: Los principios de ubicación del sitio, la importancia
del espacio que se circula y se vive, de la naturaleza de los materiales, la
distribución del ángulo rector y el cubo [...], decía Martínez. Con este
proyecto, que además despertó una gran controversia, se ganó la I Bienal de
Arquitectura Colombiana en 1960. Sus trabajos e investigaciones fueron
mostrando nuevas influencias, como las de Frank Lloyd Wright, Alvar Aalto y
Hans ScharQúm, considerados usualmente disidentes de las grandes corrientes
internacionales.
El año de 1960 fue el más significativo en la obra de Martínez Sanabria,
pues realizó grandes anteproyectos y proyectos que fueron premiados. En 1959 se
convocó un concurso para la remodelación de la Plaza de Bolívar de Bogotá, con
el fin de celebrar el sesquicentenario de la Independencia. El proyecto de
Fernando Martínez y Guillermo Avendaño fue el ganador. Una de las motivaciones
para este proyecto, considerado su obra maestra, fue darle a la Plaza de
Bolívar el valor y la función que toda plaza pública debería tener. La
sobriedad, imponencia y sencillez en el diseño de la plaza, que concuerda con
los edificios que la rodean, así como la objetividad del mismo, marcan una
victoria en la búsqueda de un mejor ambiente urbano. La nueva plaza fue
inaugurada el 20 de julio de 1960. Las creaciones de Martínez Sanabria fueron
adquiriendo más libertad y dinamismo combinadas con formas geométricas. El
acoplamiento con el espacio circundante, el diseño de interiores, los muros
curvos, la utilización de diferentes niveles, los techos inclinados, las aperturas
y, principalmente, la funcionalidad, uno de los sellos indelebles de su obra,
se pueden apreciar en muchas de sus realizaciones: las casas Ochoa, Calderón,
Santos y Wilkie, un edificio de apartamentos construido en 1961 y el edificio
Caja Agraria de Barranquilla (primer premio de concurso en 1961), entre otras.
Otro aporte importante de Martínez, además de la integración del
conjunto arquitectónico al lugar creando un paisaje, fue la utilización de
materiales de la región. Ejemplos de esto se pueden apreciar en Barranquilla en
el edificio de la Caja Agraria, donde utilizó el concreto, y en Bogotá, el
ladrillo, que según sus propias palabras es ideal para formar grandes planos
lisos, carentes de ornamentación y perforados discretamente por sus aperturas. Con
el diseño del Centro Infantil San Antonio, Martínez obtuvo el segundo premio,
en 1960; ese mismo año obtuvo el primer premio de concurso con el diseño del
Centro Infantil de Sesquilé; y el segundo premio, con el anteproyecto de la
facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional. Con Rogelio Salmona,
Guillermo Avendaño y G. Vidal, obtuvo el primer premio del concurso para un
edificio de oficinas en la zona de San Martín, en Bogotá. En 1963, Martínez,
Salmona y Avendaño realizaron un anteproyecto de concurso para el edificio de
Avianca, que fue muy controvertido. En 1965, con los arquitectos G. Avendaño,
E. Sotomayor, I. Gómez y R. Gómez, ganó el primer premio con el proyecto del
Edificio de la Caja Agraria de Pasto.
En este mismo año recibió mención de honor por el anteproyecto del
centro turístico Euro-Kursaal, en San Sebastián (España). Obtuvo el segundo
puesto por el anteproyecto del Edificio de Aduanas de Cúcuta, en 1966, y por el
de Bogotá, en 1967, recibió el primer premio. Por el Motel Isla de Salamanca,
recibió el segundo premio en 1968. Ocupó el tercer puesto con el anteproyecto
del Edificio Nacional de Manizales, en 1969, y con el del edificio del
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), en Bogotá, el segundo premio en
1970, en colaboración con G. Avendaño y G. Vidal. Participó con un grupo de
arquitectos en el diseño de la Ciudad Universitaria del Valle, y recibieron por
ello el Premio Nacional de Arquitectura en 1973, y el segundo premio en el
concurso nacional por la sede del Club Manizales. En 1978, en colaboración con
G. Avendaño y F. Montenegro, obtuvo los primeros premios de concurso por el
complejo bancario en Bucaramanga y por la ampliación y remodelación del Hotel
Bucarica. Otras obras de importancia fueron la Facultad de Economía de la
Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá; la estructura del Hotel Hilton,
construida inicialmente como edificio residencial y luego adaptada para hotel;
el proyecto para la Biblioteca Pahlavi, en Teherán; y el Edificio de Bavaria,
en 1990.
Además de su actividad profesional como arquitecto, Fernando Martínez
Sanabria fue catedrático de la Universidad Nacional, nombrado profesor emérito
de la Facultad de Arquitectura, y catedrático de la Universidad de los Andes,
en el departamento de Bellas Artes. Aunque su actividad profesional fue
disminuyendo en los últimos años, su influencia en jóvenes generaciones es
bastante notoria, especialmente con relación al aprovechamiento del paisaje
para incorporarlo al espacio interior, utilizar la luz natural a través de
ventanas bien ubicadas, procurar una comunión entre la edificación, el espacio
urbano y el paisaje, y satisfacer las necesidades del individuo. El jurado de
la XII Bienal Colombiana de Arquitectura, versión 1992, creó un premio al
diseño arquitectónico en homenaje a la obra y enseñanza de Fernando Martínez
Sanabria. Cuando murió, algunos de sus grandes amigos dijeron: Nuestra
arquitectura no sería como es, y es muy buena, sin Chuli (Hernando Santos); Es
creador, formador, maestro, tres títulos lo harán inolvidable entre quienes
tuvieron la fortuna de conocerlo y tratarlo (Alberto Zalamea). Martínez también
incursionó en las artes plásticas y varias de sus obras se encuentran en
colecciones particulares e institucionales. Ilustró los libros Vientos (1965),
Crónica (1966) y Pájaros (1985) de Saint-John Perse, en sus versiones en
castellano de Jorge Zalamea. Fue experto en música clásica, coleccionista de
obras de arte y descubridor de talentos, como los artistas Bernardo Salcedo y
Feliza Bursztyn y el fotógrafo Hernán Díaz. Su pasión por las carreras de
caballos lo llevó a participar en el nacimiento del Hipódromo de los Andes. En
sus últimos años dedicó gran parte de su tiempo a uno de sus mejores
pasatiempos: la cría de ejemplares de pura sangre, en su finca de Sopó en las
afueras de Bogotá. Falleció en 1991, nueve años después de haber adquirido la
nacionalidad colombiana. Por Gilma
Rodríguez Uribe en Personalidades influyentes en el arte colombiano.
TITULO: Fernando Martínez Sanabria - Vida y
Obra
AUTOR (ES): Galería Deimos
FICHA TÉCNICA:
Copyright ©
Galería Deimos
Género: Arquitectura
– Arte – Fotografía - Bogotá
ISBN: Sin información
Edita: Galería
Deimos
Edición: 1993
Páginas: 60
Dimensiones: 24.7 x 34.2 CMS
Tipo de Edición: Rústica
con solapas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario