
SINOPSIS:
EL LENGUAJE DE JÓVENES, QUE SEVERA
BABEL!
Hace 76 años, el diplomático colombiano José
Manuel Pérez propuso celebrar cada 23 de abril el día del idioma. Desde esa
época se cree que en el país se habla el mejor español del mundo.
Pero actualmente es probable que si usted no
está en la onda, no entienda de qué le están hablando. Es que los jóvenes
bogotanos han crea do su propio lenguaje a partir de improvisaciones, música,
películas y hasta de tiras cómicas, como Olafo para referirse a los amargados.
Y ahí no para la creatividad para inventar.
Por ejemplo, si hay alguien despierto y sagaz es una abeja o avispa, por el
contrario, si es lento se le llama lenteja. Si algo es feo es una chanda o
gurria pero si es bueno está rechimba, o del piuts.
Si va a hablar con los jóvenes bogotanos es
mejor que cargue un diccionario para que no lo dejen sano. Los términos son
tantos y tan variados que en cada sector de la ciudad surgen nuevas palabras
cada día, según Jesús Arango Cano, investigador de la Academia
Colombiana de la Lengua.
Se inspiran en la música o en la televisión,
como el término pailander que resultó de sumarle al obsoleto paila la
terminación lander por el protagonista de un programa televisivo. Jurassic Park
designa a una mujer madura y fea y Power Ranger al que se le mide a cualquier
monstruo.
También hay términos que salieron de la
milicia como el término joche, que se usa cuando alguien está demorado o se le
hizo tarde.
Dentro de las universidades y colegios se
maneja un lenguaje underground, o subterráneo, no es raro oír que Silva es
pilo, Arango es un nerdo y aunque Perea no estudia siempre pasa porque es mucho
chepo, o de buenas.
Un diccionario
En el zoológico de nuevas palabras, las
mujeres feas se convirtieron en grillos y babillas; los infieles, en venados;
los que se dejan explotar de su novia, en marranos y los chismosos, en sapos.
Si no se entienden los términos, no hay por
qué preocuparse porque alguien ya se puso en la tarea de reunirlos y
definirlos. Arango, se dedicó durante 5 años a recopilar palabras y expresiones
de moda en todo el país.
Desde hace 40 años empezó a interesarse por
el lenguaje y en 1992 publicó el Diccionario Bacano, donde aparecen cerca de
900 palabras que cambian cada día, por eso tiene lista la segunda edición del
diccionario con 300 términos más, dentro de los que están algunos como bacalao,
para referirse a una mujer fea o chimbera para hablar de una chequera.
De una forma o de otra, cada día los jóvenes
son más ingeniosos y si se quiere entenderlos es mejor estar al pelo o al día,
que ir a hacer un oso polar o pasar por boleta o anticuado.
[Fuente: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-844635]