SINOPSIS:
(La Grita, Táchira, 1929) Pintor y humorista gráfico
venezolano. Figura relevante del periodismo gráfico de Venezuela, su amplia
formación humanística le ha servido, además, para interpretar por medio de sus
ilustraciones las más diversas manifestaciones culturales y artísticas
(literatura, política, tauromaquia...) de la cultura española e
hispanoamericana.
Hijo de
un militar, el coronel León José Zapata, y de María de Lourdes Monroy, completó
sus estudios de bachillerato en el Liceo San José de Los Teques, para pasar en
1943 a perfeccionar sus ya evidentes dotes artísticas en la Escuela de Artes
Plásticas. Su nombre comenzó a sonar en los círculos periodísticos de su país a
raíz de la publicación de sus primeras caricaturas en la revista Fantoches,
dirigida por el gran poeta y ensayista Aquiles Nazoa. Al tiempo que cultivaba
esta faceta de ilustrador gráfico, se dio a conocer también como pintor dentro
del grupo constituido por varios artistas del pincel que se agrupaban bajo el
peregrino nombre de "La Barraca de Maripérez".
Sin embargo, la fama le llegó a partir de
1964, cuando empezó a publicar en el diario El Nacional una especie de
editoriales gráficos, verdaderamente ingeniosos y brillantes, que fueron
bautizados por el periodista Omar Pérez con el agresivo nombre de zapatazos.
Ya respetado y aplaudido como uno de los grandes caricaturistas de su época,
convirtió en un personaje popular a una de sus más celebradas creaciones, el
carismático Coromotico, un astuto y desconfiado representante de las capas más
bajas de la sociedad venezolana. Coromotico, protagonista de numerosos
comentarios gráficos salidos de la plumilla de Pedro León Zapata, se identifica
con el pueblo pobre por su delgadez hambrienta y los harapos que apenas bastan
para cubrirla, pero también por el inteligente recelo con que pone en solfa las
promesas y declaraciones de los poderosos.
Además de
este personaje -cuyo nombre propio ha pasado a integrarse en el acervo cultural
del pueblo llano de Venezuela-, Zapata se ha distinguido por la profusa
utilización en sus sátiras gráficas de algunas figuras emblemáticas, como los
camaleones antediluvianos (símbolos de las clases más reaccionarias) y las
viejas decrépitas y enlutadas.
Todos
ellos pulularon, junto con la caricatura del presidente Rómulo Betancourt (otro
de los temas gráficos predilectos de Pedro León Zapata) por las principales
publicaciones del país, incluidas las revistas de ideología progresista que tan
en boga estuvieron durante la década de los años sesenta. En general, la línea
temática fundamental del humorismo periodístico de Zapata se concreta en la
denuncia de las marginaciones y discriminaciones provocadas por el desarrollo
caótico que experimentó la Venezuela petrolera.
Fuera del ámbito socio-político, el dibujante de La Grita
elevó a altas cotas su inspiración artística por medio de una serie de
caricaturas que, inspiradas en la Vida del buscón, de don Francisco de Quevedo
y Villegas, fueron publicadas en la revista Papeles, editada por el Ateneo de
Caracas. Y en su faceta de pintor, Pedro León Zapata cosechó un notable éxito
de público y crítica con numerosas exposiciones, entre las que es obligado
destacar las tituladas Las batacanas (1970), Revolucionarios y Jijos de la
Pelona (1972), 80 dibujos taurinos (1974), Guerra es Guerra (1974) y Todo el
museo para Zapata (1975), reunida, esta última, en el Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas.
En el conjunto de todas estas pinturas no falta esa acidez
humorística que caracteriza toda su obra gráfica recogida en diarios y
revistas, sobre todo cuando Zapata se enfrenta con los modernos postulados del
Arte Pop, a los que zahiere desde una lectura mordaz y corrosiva.
[Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/z/zapata_pedro.htm]
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